La intervención en este lugar tenía como objetivo comprobar la presencia de uno de los accesos principales al asentamiento en su última fase. La hipótesis de que se encontraba en este punto se basaba en que es la zona donde confluye un camino de acceso a la cima del cerro por el este, que podría ser de origen antiguo, y la calle principal del área, que sigue una orientación de norte a sur.
Los trabajos permitieron localizar dos tramos de muralla en este punto, separados por cierto desnivel entre ellos, en cuyos extremos se podría ubicar la puerta, aunque no se ha podido confirmar a causa del elevado grado de devastación. Además, esta idea está apoyada por la presencia, dentro del asentamiento, de un muro paralelo a la muralla que dibujaría un pasillo de acceso que desembocaría a una segunda puerta que se encontró tapiada.
Las estructuras conservadas en el interior del asentamiento permanecen totalmente desconocidas ya que la zona se encontró cubierta de una potente capa de piedras, la función de la cual no se ha podido aclarar. La datación de los diversos restos de fauna en conexión anatómica asociadas permitió fecharlas en la última fase de ocupación.
A nivel de hipótesis se plantea la opción de que el vertido de piedras respondiese al refuerzo o al tapiado de la zona en los momentos finales del asentamiento, pero se deberá esperar a futuras campañas para poder corroborarlo.