Los métodos geofísicos han permitido explorar el yacimiento con detalle para caracterizar con más precisión la geometría de las estructuras y su entorno geológico. En este contexto, la actividad de prospección geofísica se ha centrado en dos campos de la zona oeste y, especialmente, en el campo de la zona este, dado que permiten un trabajo en extensión, imposible de realizar en las zonas boscosas.
Las principales técnicas que han sido utilizadas son la prospección magnética, que proporciona información sobre las zonas con alteraciones en el campo electromagnético como las producidas por combustiones; el georradar, que permite obtener una descripción más precisa de las estructuras constructivas; y la eléctrica, que documenta las variaciones en potencia de sedimentos.
Los resultados y las interpretaciones que se obtienen de las diferentes técnicas se emplean para planificar y gestionar las excavaciones posteriores.
Imagen: © Ortofotografía propiedad del Instituto Cartográfico y Geológico de Cataluña, disponible en www.icgc.cat.