En este punto, la excavación se realizó con el objetivo de caracterizar una construcción de grandes dimensiones que se había detectado previamente gracias a las prospecciones geofísicas y se había identificado como “Edificio 1”.
La excavación arqueológica dejó al descubierto un edificio de planta cuadrada de 11 x 11 metros de lado, compartimentado en diferentes habitaciones que se abrían hacia un espacio distribuidor central. Se accedía a este mediante un pasillo que comunicaba con una única puerta de acceso al conjunto, abierta en la fachada sur. La datación aportada por el material cerámico recuperado confirmaba que el edificio correspondía a la última fase de ocupación del asentamiento, de época tardo-republicana.
Los trabajos mostraron cómo la estructura estaba muy afectada debido a las tareas de cultivo del campo en épocas recientes y cómo parte de los muros que dividían el conjunto no se conservan. A pesar del mal estado de los restos, en la zona de acceso se recuperó parte de un carbón que podría formar parte del cierre de la puerta.
La apertura de dos sondeos en el interior del edificio permitió comprobar que este había sufrido un espolio ya en época antigua, probablemente para recuperar parte de las piedras de los muros norte y oeste.
Las grandes dimensiones otorgan al edificio un carácter relevante en el complejo constructivo del asentamiento. Según las fuentes documentales, un edificio de estas características podría corresponder a la residencia del comandante del campamento romano, llamada praetorium, o a un espacio administrativo, llamado principia. En el caso de Puig Ciutat, este espacio podría haber cumplido ambas funciones.